Si eres madre o estás muy cerca de convertirte en una, seguro te has hecho algunas preguntas sobre la lactancia materna, no te preocupes es completamente normal tener dudas sobre el tema y es por ello que, la especialista en Lactancia materna y BLW, Giselle Torres, responderá a algunas de las preguntas más frecuentes:
¿Qué debemos saber sobre de la lactancia materna exclusiva?
Se trata del período que abarca el primer semestre de vida del bebé y que se compone de la lactancia materna como medio único y exclusivo de alimentación; excluyendo la leche de fórmula e incluso el agua. Pues, todos los nutrientes y demás elementos esenciales para el desarrollo del infante los provee este.
Pero ¿cómo sé que mi bebé se está alimentado de forma adecuada?
Existen distintos puntos que nos permiten apreciar cuando tu bebé está bien alimentado:
- Soltará voluntariamente el pecho de su madre al estar saciado.
- Puede dormir por lapsos de tiempo más largos. Además, le permitirá gozar de un descanso óptimo.
- Adquiere un peso y talla adecuados para su edad.
- Su pañal estará empapado y el color de sus heces tendrá un tono amarillo mostaza.
- Mantendrá un desarrollo integral.
Si aun con la técnica correcta el bebé no sube de peso, debes ir ante un especialista en lactancia materna para verificar que tus senos tengan suficiente tejido mamario.
¿Cómo se puede evitar el dolor al momento de amamantar?
A pesar de las diferencias fenotípicas que existen entre los pezones, lo cierto es que todos son adecuados para dar pecho. El pezón está conformado por 15-20 orificios que facilitan la salida de la leche.
Sin embargo, si el bebé se pega del mismo, el dolor que experimentarás será muy grande, el proceso no será disfrutable ni tampoco este podrá tomar correctamente la leche ya que el paso estará obstruido.
Entonces, ¿cómo conseguimos que no duela? Aplicando la técnica adecuada para que el bebé no muerda ni obstruya el pezón:
- Coloca tu espalda en posición de descanso. Deja que sea tu bebé el que se acerque al pecho, no lleves tu cuerpo hacia adelante para entregárselo.
- Pon a tu bebé a la altura de tu seno, con su cara frente o en paralelo al pecho (para que alcance la aureola); su barriga y la tuya deben estar pegadas.
- Con un brazo carga el cuerpo del bebé, sujetando suavemente su cabeza con tu mano abierta.
- Usa la mano contraria para ayudarlo a encontrar la aureola con una mayor precisión.
- Espera que el bebé huela y sienta el olor de la teta. Una vez que abra su boca, comprime la aureola para que pueda entrar con facilidad e introdúcela proyectándola de abajo hacia arriba.
- Tan pronto tu hijo comience a comer, usa tus brazos para apoyar tanto su cabeza como su cuerpo.
- Si el bebé se suelta, repite el proceso para ayudarlo.
Lo ideal es que te prepares desde el embarazo, para que estés familiarizada con este proceso. En caso contrario, puedes recurrir a asesores de lactancia materna que te acompañen durante este tiempo.
En caso de fisuras o lesiones, recurre lo más pronto posible ante especialistas para que puedan atender tu caso, para así garantizar tu bienestar y brindarte recomendaciones para gozar la lactancia con tu hijo.
Durante el embarazo, ¿existe alguna forma de prepararse para el momento de lactar?
Lo primordial es informarse al respecto. Buscar información que permita desmentir mitos, te ayude a adquirir confianza para que puedas amamantar, así como a identificar las situaciones en las que requieras apoyo profesional.
También puedes recurrir a asesores de lactancia materna y, preferiblemente, a talleres teórico-prácticos sobre el tema.
Si no puedes amamantar, ¿pierdes el vínculo con tu bebé?
En lo absoluto. Madre es madre, sin importar el método de alimentación. La presencia de mamá siempre va a estar ahí y el vínculo que tiene con su bebé se seguirá construyendo igual de fuerte y especial que el de aquellas con lactancia exclusiva.
¿Las mujeres VIH positivo pueden amamantar?
Sí. Si vives con VIH y estás en período de lactancia puedes dar pecho, siempre y cuando cumplas con tu tratamiento antirretroviral. Asimismo, debes asistir a tus consultas médicas y mantener un acompañamiento con especialistas en el área.
¿Cuál es el rol de la pareja durante la lactancia?
El papá desde la participación y la presencia se puede hacer mucho. Recuerda que criar a un hijo es responsabilidad de ambos y es un rol activo.
Desde cambiar el pañal hasta bañarlo y sacarle los gases, papá también puede hacer múltiples tareas. Esta división de las actividades, más la presencia -desde el amor- de tu pareja, facilitará lactancia porque estimulará la producción de oxitocina, la cual ayudará a producir más leche para tu bebé y te sentirás más tranquila.
El apoyo y cercanía de la familia, del núcleo de tu hogar será vital en este período.
¿Qué puede o no comer una lactante?
Aunque existen diversos mitos sobre restricciones en la alimentación de la mujer lactante, la verdad es que puedes ingerir tu dieta habitual. La lactancia es un proceso hormonal, no digestivo.
Cuando la prolactina y la oxitocina se mezclan en la sangre es que se obtienen los nutrientes necesarios para la producción de la leche materna (los cuales provienen las propias reservas nutricionales de tu cuerpo).
Dicha unión se dirige a las glándulas mamarias para que pueda salir la leche cargada con los nutrientes que amerita tu bebé. En consecuencia, lo principal es que mantengas una alimentación balanceada que logres reponer todo lo que se le envía a tu bebé mediante la lactancia.
Por otro lado, si tu hijo presenta síntomas de alergia a la proteína de la leche de vaca, debes acudir a tu médico y probablemente dejar de consumir productos lácteos. Si no presenta alergia, no tienes por qué eliminar los lácteos de tu dieta.
¿Qué se recomienda en caso de optar por bancos de leche?
Si te planteas y quieres retomar tu trabajo, lo mejor es que inicies con calma y tiempo tus reservas de leche. Evalúa dónde vas a almacenar la leche; si la puedes guardar en un congelador exclusivo para tu banco sería lo ideal, pues, se va a conservar más.
Tan pronto como identifiques dónde almacenar, podrás saber cuánto tiempo necesitarás para crear tu banco y cuánto te va a durar. Por ejemplo, si lo guardas en un congelador de uso común, te puede durar entre 15-20 días; si tienes un freezer exclusivo para el banco, te puede durar entre 03 a 06 meses.
Hazlo con calma. No requieres grandes cantidades de leche porque no las puedes volver a almacenar una vez descongeladas. Basta con 03-04oz.
Escoge tu momento preferido para sacar la leche (antes o durante el amamantamiento, o en las madrugadas), investiga sobre los recipientes para almacenar leche y elige el método de almacenamiento que se adapte mejor a ti.
También es importante que saques leche -cada dos horas- en tus jornadas laborales y la congeles, para indicarle al cuerpo que el bebé sigue consumiendo y no disminuya su producción.
¿Cuál es la edad recomendada para el destete?
El procedimiento de destete debe ser personalizado, algo íntimo entre madre-hijo. Ahora, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener la lactancia hasta los dos años, debido al alto índice nutricional y los aportes inmunológicos que otorga.
Ten en cuenta que los primeros 06 meses, la lactancia aporta un 100% de los nutrientes necesarios; de 06 a 12 meses el 80% y de 12 a 24 meses el 40%. Después de los dos años, solo aporta un 10% del total de los nutrientes consumidos.
No obstante, si decides que ya es tiempo de cerrar esta etapa, lo puedes hacer; aunque lo más recomendable es que esperes a llegar al año, para que no exista ningún impacto negativo.
¿Cómo podemos tener un buen proceso de destete?
Lo primero es que internalices que no le estás haciendo nada malo a tu bebé. Destetar no es dejar de estar; es un procedimiento natural que hará que tu vínculo evolucione sin necesidad del pecho.
Segundo, ten presente que debe ser un proceso respetuoso y progresivo (puedes estar acompañada por asesores) para que ambos se vayan acostumbrando a conectarse y atenderse de otras maneras distintas. Un bebé de dos años aceptará la situación con mayor serenidad que uno de un año.
Infórmate acerca del destete respetuoso, sobre actividades que pueden realizar juntos, etc., y demoren todo lo que necesiten para aprender a conectarse de otras formas
La lactancia es una de las etapas más hermosas y naturales del ser humano. Ese vínculo que se inicia con nuestro nacimiento jamás va a desaparecer y por eso es tan importante cultivarlo desde el amor fraternal. Indiscutiblemente del contexto o la situación, el secreto para una buena maternidad es el estar para dar respuesta a lo que amerite tu bebé.
Para conocer cómo, desde AVESSOC, hemos estado trabajando para apoyar a las madres lactantes y a los más pequeños del hogar, a través de nuestro Proyecto Wapuushii, haz click aquí.