En el marco del Mes de Concientización sobre el Cáncer de Piel (mayo), conversamos con el Dr. Jorge Vera, médico dermatólogo e internista, acerca del melanoma, su incidencia, factores de riesgo, prevención, diagnóstico y tratamiento
Desde hace 20 años, cada mes de mayo se activa la campaña de concientización hacia todas las personas y, particularmente, cada 23 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Melanoma. En palabras del Dr. Vera, es necesario que las personas se enteren de que existe, ya que “el melanoma es relativamente raro, pues apenas representa el 5% de los tipos de cánceres en general y aproximadamente el 5% de los cánceres de piel”.
El especialista explicó que “el melanoma es un tumor maligno de piel que se puede originar a partir de un lunar. Puede ser altamente identificado y rápidamente puede producir metástasis a otros órganos del cuerpo, particularmente a nivel del cerebro y sistema nervioso central. La célula que origina el melanoma este tipo de tumores se llama melanocito y su función regular es formar pigmento (melanina). De allí proviene el nombre de melanoma”.
Por ello, es esencial aprender a identificar las características de alarma en los lunares:
1. Asimetría: si tenías un lunar con una forma definida desde tu infancia o que apareció en la adolescencia y comienza a cambiar, es un criterio a considerar.
2. Bordes: si tenía bordes visibles en un lunar y comienzan a cambiar tomando una forma de estrella o sol, es decir, que tiene un núcleo en el centro y comienza a irradiar, es otra señal de alerta.
3. Color: si el lunar o la peca tenía un color claro o una combinación de marrón claro y oscuro homogénea, y luego empieza a variar hacia un color negro, gris, azul o incluso rojo, ya es un signo de alarma.
4. Diámetro: si en un sitio del cuerpo tú no tenías un lunar y de repente aparece, o ya tenías uno, pero crece y alcanza 6 mm de diámetro o más, también es necesario evaluarlo con tu médico.
5. Familia: si tienes algún pariente en primera línea de consanguinidad, bien sea papá, mamá, hermanos o hijos que hayan sido diagnosticados con melanoma, todos deben acudir a un dermatólogo para ser evaluados.
Del mismo modo, es necesario tomar en cuenta los siguientes factores de riesgo:
1. Los lunares que se localizan en palmas, plantas, mucosas o áreas genitales, en sí mismos son motivos de consulta.
2. La exposición indiscriminada al sol. Las personas que van a la playa o se someten a altas dosis de radiación ultravioleta, ya sea por belleza, trabajo o deporte, tienen mayor riesgo de desarrollar melanoma. Algunas de las zonas del cuerpo más susceptibles a localización y desarrollo de melanoma son: cara, tercio superior de la espalda, piernas, antebrazos y dorso de las manos. Si tienes una genética que te hace susceptible a eso, y además estás irradiando al melanocito con radiación ultravioleta, es probable que se produzca una mutación en las células y se presenten las características del cáncer.
3. Si eres una persona de piel clara (ojos y cabello claros u oscuros, o pelirrojo) que al exponerse al sol se le enrojece la piel de manera considerable, o te salen ampollas, eres una persona en riesgo de desarrollar, entre los 35 y 65 años, alguna lesión cancerígena. De igual forma, si tienes algún antepasado con esta información genética y de sensibilidad, se considera un factor de riesgo.
¿Cómo prevenir el melanoma?
Desde AVESSOC hacemos un llamado realizarte tus chequeos dermatológicos con regularidad y a protegerte del sol para prevenir el melanoma. Es recomendable evitar la exposición solar entre las 10:00 a.m. y las 3:00 p.m. (sobre todo, al mediodía). También es indispensable utilizar siempre crema protectora SPF 50+ y repetir la aplicación cada dos horas, aunque estés en exteriores, en casa o trabajes en una oficina, ya que las luces artificiales también producen daño en la piel.
El diagnóstico precoz es fundamental para un tratamiento efectivo. ¡Cuídate!
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