Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? (Jn.11,25-26)

¡Una nueva Pascua de Resurrección ha llegado! Hoy, en el último día de esta Semana Santa, podemos regocijarnos en la certeza de que nuestro Señor vive; que verdaderamente ha resucitado y ha subido a la diestra del Padre en los Cielos. Ahora, por medio de la fe y de su sacrificio, somos salvos e invitados a una vida eterna.

Pero, ¿realmente que significa la Pascua?  La palabra viene del hebreo pésaj, que significa «salto» o «paso», aludiendo directamente a la historia del origen de esta que encontramos en el Antiguo Testamento (Éxodo 12, 11-14): el momento en el que el Ángel de la muerte pasó por alto  las viviendas de los israelitas marcadas con la sangre del cordero (SuBiblia, s.f.).

En la actualidad, el cristianismo festeja la Pascua como un recordatorio gozoso de la victoria de Cristo ante la muerte, cumpliendo así con el propósito que Dios le había asignado y con las profecías descritas en las Sagradas Escrituras. De esta manera, «así como la sangre del cordero pascual evitó que murieran físicamente los hijos del pueblo de Israel, la sangre de Jesucristo libra de la muerte espiritual a todos los que ponen su fe en él y lo reciben como Señor y Salvador de sus vidas» (SuBiblia, s.f.).

Con la Resurrección del Hijo, se nos ha garantizado una vida de esperanza ante la promesa de que estaremos con Él, pues, somos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús (Romanos 6,11).

Vivamos la Pascua hoy y todo el año; no perdamos el júbilo en nuestro corazón ante las buenas nuevas de salvación.

¡Jesús vive, aleluya!

Referencia

  1. SuBiblia (s.f.). El significado de la Pascua. https://www.subiblia.com/significado-pascua/