Extendimos nuestros servicios de salud y cuidado a las comunidades más vulnerables de los municipios Tucupita y Casacoima, en el corazón del Estado Delta Amacuro

En un esfuerzo por llevar salud y bienestar a donde más se necesita, nuestro equipo de voluntarios se embarcó en una misión de amor y compasión, brindando atención primaria en salud, nutrición y salud mental.

Cada jornada de salud fue más que una simple consulta médica; fue un acto de solidaridad y empatía hacia nuestros hermanos y hermanas en situaciones difíciles. Desde el primer momento, nuestro compromiso fue ir más allá de los diagnósticos y tratamientos, buscando construir lazos de confianza y esperanza en cada encuentro.

En los municipios Tucupita y Casacoima, nuestros voluntarios se convirtieron en faros de luz en medio de la oscuridad, ofreciendo no solo atención médica, sino también una mano amiga y palabras de aliento para aquellos que enfrentan desafíos diarios.

Con el compromiso de seguir extendiendo nuestro alcance, nos preparamos para llevar nuestras jornadas de salud a nuevas comunidades, como el municipio Pedernales. Cada paso que damos nos acerca más a nuestra visión de un mundo donde el acceso a la atención médica de calidad sea un derecho para todos, no un privilegio.

Gracias a todos aquellos que hacen posible esta labor, desde nuestros valientes voluntarios hasta nuestros generosos donantes. Juntos, estamos creando un impacto tangible en la vida de las personas y construyendo un futuro más saludable y esperanzador para todos.

¡Sigamos adelante con determinación!