Durante la instalación de las VII Jornadas de Investigación de la universidad, el vicerrector académico, José Francisco Juárez, afirmó que la institución «quiere ser parte de la solución en materia de educación y salud» y oficializó el anuncio de la apertura del Centro de Salud UCAB Guayana, homólogo del CSSI UCAB, que cumple 25 años
La Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) abrirá un centro de salud en su sede de Guayana, en el estado Bolívar, con el fin de replicar la labor que se hace desde hace 25 años en el Centro de Salud Santa Inés(CSSI UCAB) de Montalbán.
La información la dio a conocer este jueves 31 de octubre el vicerrector académico de la UCAB, José Francisco Juárez, en el marco del programa de debates de las VII Jornadas de Investigación de la universidad, el cual estuvo dirigido a abordar temas de «La salud integral, atención oportuna y prevención de enfermedades».
«Se pondrá a funcionar el Centro de Salud UCAB Guayana, muestra del crecimiento y madurez de nuestra institución. Esta puede ser una de las propuestas más ambiciosas de los últimos años», expresó Juárez sobre la decisión de extender estos servicios.
José Francisco Juárez indicó que la UCAB «quiere ser parte de la solución»en materia de educación y salud, áreas en las que se requieren políticas públicas que enfrenten la crisis en la que permanecen ambas. «Nuestro compromiso con el país es educar para transformar, teniendo a la salud como una de las áreas emblemáticas en el campo de la extensión social».
Realidad sanitaria de Venezuela
A propósito de los 25 años de la fundación del CSSI, la universidad dedicó al tema sanitario el programa de debates de las VII Jornadas de Investigación. Para ello, investigadores de los centros e institutos adscritos al Secretariado de Investigación y Transferencia -junto a invitados de otras universidades- conformaron una agenda que abordó, desde distintas perspectivas, «La salud integral, atención oportuna y prevención de enfermedades». En total, se dispusieron 20 mesas temáticas y se presentaron 49 ponencias.
La jornada inaugural se desarrolló en el auditorio Padre Gustavo Sucre, S.J., y tuvo como ponentes invitados a los médicos Huníades Urbina, presidente de la Academia Nacional de Medicina; Marino González, Ph.D en Políticas Publicas e investigador en la Universidad de La Rioja (España), y Julio Castro, infectólogo, adscrito al Instituto de Medicina Tropical y especialista en el manejo de datos. Cada uno dedicó una hora a los temas abordados.
Entre los detalles más duros sobre la situación nacional que dejaron como conclusión las exposiciones de los expertos están que el 71% de los gastos de salud salen del bolsillo de los venezolanos (data de Encovi), que la expectativa de vida cayó 8 años y bajó a 72 años; que no hay información desde 2016 sobre las causas de muerte de los venezolanos, que el embarazo precoz está afectando a niñas de apenas 11 años, que la Ley de Inmunizaciones «es letra muerta» y que, pese a lo vivido durante la pandemia, en Venezuela la gente se vacuna menos que antes de esa experiencia.
Los especialistas coincidieron en que la desigualdad económica entre la población venezolana y las dificultades geográficas y de movilización agravan el cuadro.
En Venezuela se vacuna menos que en Haití
El pediatra Huníades Urbina abordó el panorama nacional en materia de vacunación, lo que impacta especialmente en los lactantes e infantes.
Insistió en que en Venezuela persisten las condiciones de emergencia humanitaria compleja, lo que se traduce en que la población sufre las mismas consecuencias que en un país en guerra, pero sin haberla tenido.
Urbina cuestionó el aporte presupuestario tan exiguo que el gobierno asigna sistemáticamente a la atención de salud y aseguró que «al paso que vamos, nunca vamos a llegar al 6% de inversión del PIB», cifra mínima recomendable. En 2016, según cifras oficiales,la asignación al sector fue apenas el 0,8%, añadió.
Urbina aseguró que la cobertura vacunal es la más baja de toda América Latina, hasta menor que en Haití, donde «se aplica la vacuna contra el VPH a niños y niñas, y aquí no se la ponemos a nadie».
El experto insistió en la opacidad oficial para proporcionar data y que la más actualizada que los médicos obtienen llega indirectamente, a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la OMS o por vías oficiosas.
Explicó que la tasa ideal de inmunización para que la población infantil de cualquier país esté cubierta debe alcanzar el 95%, pero que Venezuela, según la data que maneja, se encuentra entre una lista de 10 países (entre ellos Guinea, El Congo e Indonesia) que aplican «dosis cero» de vacunas a los infantes.
Además del esquema clásico de 15 vacunas infantiles, dijo que por las condiciones sanitarias, en Venezuela deberían aplicarse seis vacunas adicionales, siendo una de ellas la de la hepatitis A por la mala calidad del agua.
Urgió a atender la vacunación contra la polio, pues «con la gotica» apenas se cubre al 50% de la población, así como vacunar contra la tuberculosis y la difteria, enfermedad que no se veía en el país, pero reapareció en Bolívar.
CSSI UCAB, centro de despistaje y control
Marino González, experto en el diseño de políticas públicas, hizo una detallada exposición sobre cómo avanza la investigación del cáncer en Europa y destacó que en Venezuela no se tiene información oficial desde 2016 sobre las causas de muerte. Para esa fecha, las dos causas principales eran cardiovasculares y cáncer.
González sugirió que el Centro de Salud Santa Inés puede ser un espacio para hacer control y seguimiento completo de cobertura vacunal, despistajes y tratamiento de hipertensión, diabetes y cáncer.
Instó a incluir esta posibilidad en los trabajos de la UCAB, en pre y postgrado, pues cada persona que se ha sometido a un despistaje de cáncer representa una oportunidad de alcanzar el éxito en su control.
Cerrar la brecha informativa para prevenir enfermedades
El infectólogo Julio Castro mostró preocupación porque «hoy la gente se vacuna menos que antes de la pandemia»y atribuye esto a que los médicos no han podido cerrar la brecha de información y comunicación. De allí que pidió la colaboración de los especialistas en estas áreas para crear códigos de comunicación más eficientes que sean entendidos en su verdadera importancia por todos los sectores sociales.
Castro también invitó a que los especialistas en el mundo del trabajo ayuden a entender lo que se conoce como Covid prolongado, secuelas de la pandemia que tienen efectos graves en materia cognitiva, trombosis y diabetes. «Esto hay que entenderlo, ¿qué hacer con un trabajador así?».
Sobre la tuberculosis, alertó que esta enfermedad se hace cada vez más fuerte y eficiente y que ataca más a la población mayor que está inmunosuprimida. Advirtió sobre el auge de enfermedades emergentes de transmisión respiratoria («todas las influenzas») así como las enfermedades vectoriales: malaria, dengue y zika.
Recalcó que en Venezuela «se sigue perdiendo la batalla contra el Aedes aegypti», el mosquito transmisor de la fiebre amarilla, mal que está adquiriendo potencial pandémico, dijo.
En el caso de Puerto Ordaz (Bolívar), afirmó que están dadas las condiciones para que la población corra peligro con estas enfermedades: «Hay vector (mosquito), hay gente y hay pobreza, eso sería una tragedia», lamentó Julio Castro.
La programación de dos días de las VII Jornadas de Investigación de la UCAB incluyó la presentación de trabajos y exposiciones sobre temas relacionados con salud ocupacional, transformación digital en medicina, inteligencia artificial y sus aplicaciones médicas, salud mental, prevención y atención de enfermedades en adolescentes, y servicios comunitarios de salud en el contexto de la emergencia humanitaria, entre otros.