En el Día Mundial de la Salud Mental, reafirmamos nuestro compromiso de brindar servicios de salud de calidad a las personas en comunidades vulnerables de Venezuela. Conscientes de que la salud mental es un pilar fundamental del bienestar, nuestras jornadas médicas se enfocan también en el apoyo emocional y psicológico

¿Cómo está la salud mental en Venezuela y el mundo?

A nivel mundial, el gasto de los Gobiernos en salud mental no supera el 3%, siendo inferior al 1% en países de bajos ingresos y alcanzando el 5% en naciones de ingresos altos (OPS/OMS, 2023). Los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias son frecuentes y contribuyen significativamente a enfermedades y discapacidades, pero existe una brecha considerable entre las necesidades de atención y la capacidad de los sistemas de salud. Solo el 1% del personal sanitario global se dedica a la salud mental, afectando la cobertura y atención.

En Venezuela, no existen datos oficiales confiables sobre la salud mental, aunque se reconoce que la crisis económica, la migración, la falta de recursos sanitarios, la inestabilidad política y las secuelas del COVID-19 han afectado gravemente la salud mental de la población, con altos niveles de estrés, ansiedad y depresión.

Ante esta situación, se han implementado diversas estrategias en el país. Destacan el programa mhGAP, que capacita a médicos no especializados para tratar trastornos mentales; el Programa de Psicólogos Voluntarios, que brinda asistencia psicológica gratuita y remota; y las discusiones para una Ley de Salud Mental, lideradas por el Ministerio del Poder Popular para la Salud en colaboración con la OPS, la Federación de Psicólogos y la Sociedad de Psiquiatría.

Salud mental en el corazón de nuestras comunidades

Uno de los esfuerzos más importantes dentro de nuestras actividades son las charlas psicológicas que ofrecemos en las salas de espera de las jornadas médicas, donde abordamos temas tan urgentes como la violencia basada en género. Estas charlas no solo sensibilizan a las comunidades sobre la importancia de detectar y enfrentar este tipo de violencia, sino que también brindan herramientas para el manejo de las emociones y la construcción de redes de apoyo.

La violencia basada en género es un problema que afecta a muchas mujeres y niñas en nuestras comunidades, generando profundas heridas emocionales que muchas veces permanecen invisibles. En AVESSOC, buscamos romper ese silencio, brindando un espacio seguro donde las personas puedan informarse y ser orientadas para superar situaciones de maltrato.

Priorizar la salud mental en el trabajo: un reto para todos

Este año, el lema del Día Mundial de la Salud Mental hace un llamado especial para que tanto empleadores como empleados reconozcamos la importancia de la salud mental.

En comunidades vulnerables, donde muchas personas enfrentan condiciones laborales precarias y sin acceso a servicios psicológicos, esta realidad cobra aún más relevancia. Las dificultades económicas, la inestabilidad laboral y el estrés crónico son factores que pueden agravar la salud mental, afectando tanto la productividad como el bienestar general.

En AVESSOC, entendemos que la salud mental en el lugar de trabajo no es solo un tema de bienestar individual, sino de justicia social. Para enriquecer esta conversación, entrevistamos al psicólogo Walver Villegas, quien compartió sus perspectivas sobre la importancia de priorizar la salud mental en el trabajo, para ayudar a las personas a identificar y manejar el estrés laboral, promoviendo la creación de ambientes de trabajo más saludables y equitativos.

¿Cómo impacta la salud mental en la productividad y el bienestar general de los trabajadores, especialmente en comunidades vulnerables?

La salud mental en el ámbito laboral es fundamental para el bienestar general de los empleados, según la OMS (2024). No se trata solo de obtener una remuneración, sino de trabajar en un entorno que favorezca la salud mental a través de un clima organizacional positivo, programas de incentivos y espacios culturales, recreativos y deportivos.

Factores como tareas repetitivas, falta de progreso, horarios incompatibles y maltrato en el trabajo pueden generar trastornos psicológicos que afectan la productividad y motivación de los empleados, llegando incluso a desarrollar depresión (Affor Health).

Esta situación es aún más crítica en comunidades vulnerables, como niños, mujeres, la comunidad LGBTI+, migrantes y otros grupos históricamente marginados. Estos colectivos suelen enfrentar explotación, salarios bajos y condiciones laborales adversas, lo que impacta negativamente su bienestar emocional, generando altos niveles de estrés, ansiedad e insatisfacción.

¿Qué acciones pueden tomar los empleadores para crear un entorno laboral más saludable desde el punto de vista mental?

Para reducir la insatisfacción laboral y mejorar la salud mental, especialmente en comunidades vulnerables, es fundamental que los empleados se organicen y soliciten a sus empleadores acciones clave, como:

1. Realizar encuestas para identificar problemas en el ambiente laboral.
2. Establecer canales de comunicación claros entre empleadores y empleados.
3. Ofrecer oportunidades de capacitación y desarrollo profesional.
4. Implementar planes de reconocimiento del esfuerzo de los empleados.
5. Fomentar el equilibrio entre la vida personal y laboral.
6. Crear un entorno laboral inclusivo y respetuoso.
7. Promover actividades de autocuidado, culturales y recreativas.
8. Acceder a servicios de salud mental comunitarios y especializados.

Los empleadores también deben tomar medidas como promover la salud mental, prevenir la discriminación y el suicidio, y derivar casos a servicios especializados cuando sea necesario. Fortalecer un entorno inclusivo y respetuoso, junto con estrategias que equilibren la vida personal y laboral, mejorará el bienestar emocional y la productividad.

¿Cómo pueden las personas que viven en comunidades vulnerables gestionar el estrés laboral cuando no tienen acceso a recursos formales de salud mental?

A través de prácticas en diferentes áreas:

Área física:
– Realizar actividad física como caminar o hacer ejercicios al aire libre.
– Mantener una dieta balanceada dentro de sus posibilidades, incluyendo proteínas, vegetales y frutas.
– Acudir a centros de salud cercanos ante cualquier malestar físico.
– Evitar el consumo de alcohol, drogas y tabaco.
– Priorizar el sueño y descanso según las necesidades individuales.

Área psicológica:
– Ser consciente de sus emociones y su impacto.
– Identificar y mejorar los procesos cognitivos, cambiando pensamientos negativos por positivos.
– Fomentar la autoestima y aplicar estrategias de afrontamiento como desconectarse o buscar humor en situaciones difíciles.
– Establecer metas a corto y mediano plazo para mantenerse enfocado.

Área social:
– Construir redes de apoyo con amigos y familiares.
– Usar el tiempo libre en actividades voluntarias que generen satisfacción.
– Participar en actividades recreativas y de esparcimiento.
– Fomentar relaciones positivas con familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Área espiritual:
– Practicar la espiritualidad según la religión o creencias personales.
– Respetar la diversidad de creencias religiosas de los demás.
– Incorporar prácticas como la meditación, oración y asistencia a reuniones espirituales.

Este Día Mundial de la Salud Mental nos recuerda que el bienestar de los trabajadores, en especial de aquellos que viven en condiciones vulnerables, debe ser una prioridad en nuestra sociedad.

¡La salud mental no puede esperar!


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